Hay un amor tranquilo que dura hasta la muerte,
Y un amor tempetuoso que no puede durar.
Acaso aquella noche no quise tenerte...
Y ahora estoy recordándote a la orilla del mar.
Tú, que nunca supistes lo que yo te quería,
Quizás, entre otros brazos lograrás olvidar...
Tal vez mires a otro, igual que a mí aquel día...
Y yo aquí, recordandote, a la orilla del mar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario